Dibujantes si, pero también tenores, pilotos, cocineros o…

El deportes, la música, el coleccionismo o incluso la gastronomía han sido actividades desarrolladas por grandes dibujantes no sólo como una forma de entretenimiento sino también en ocasiones como un trabajo alternativo. Aquí algunos ejemplos:

DAVID COOPER

Junto con su hermano Angel, David Cooper Borisoff fue una de las grandes firmas de Intervalo por casi dos décadas. Pero al margen del dibujo de historietas David Cooper tuvo como hobby el canto lírico, actuando en numerosos conciertos e incluso llegando a asumir el papel principal de la ópera «La Traviata» en representaciones llevadas a cabo a inicios de los años cincuenta en el Teatro Marconi de Buenos Aires.

MARIO BERTOLINI

Fue ayudante de Hugo Pratt y colaborador de Hora Cero y Frontera en los inicios de ambas revistas. Posteriormente se dedicó al dibujo animado al frente del Estudio Gil -Berrtolini. Su espíritu «tuerca» lo llevó a competir (o al menos intentarlo) en la Fórmula 4, tal como lo atestigua una nota de la revista Corsa en la cual colaboraba con apuntes humorísticos y donde se publicó esta autocaricatura suya.

HORACIO LALIA

Reconocido internacionalmente como un maestro de la historieta de terror, Lalia se consagró en ese género a partir de «Nekrodamus», serie que con guiones de Oesterheld se publicó a partir de 1975 en Skorpio. Su vocación oculta o no tanto es en este caso la gastronomía, la cual ha desarrollado incluso a nivel profesional como sucedió entre 1970 y 1972 cuando, habiendo dejado momentáneamente la historieta, se convirtió en chef y dirigió un negocio familiar de repostería. (Dato aportado por Steve Holland)

JOSÉ LUIS SALINAS

Primero «Hernán el Corsario» en Patoruzú, luego las adaptaciones de novelas famosas en la revista El Hogar y posteriormente «Cisco Kid» que dibujó para Estados Unidos, hicieron de José Luis Salinas uno de los grandes nombre del dibujo argentino. Los lectores más jóvenes quizás recuerden sus láminas en Anteojito ilustrando los uniformes de distintos cuerpos militares, una labor que no resulta extraña si se tiene en cuenta que una de las aficiones de Salinas era no solo coleccionar soldaditos de plomo sino también recrear batallas con otros apasionados de ese hobby, tal como lo testimonia la nota adjunta.

PABLO PEREYRA

Maestro de infinidad de dibujantes tanto en las Escuelas Municipales Raggio, en la Panamericana de Arte o en el Instituto de Directores de Arte, el «Indio» Pereyra fue un notable ilustrador que le imprimió su sello a colecciones como Rastros o la legendaria Robin Hood, de Acme Agency. Su afición o más que eso, su pasión fue el rugby, que practicó defendiendo los colores de Deportiva Francesa y que fue tema de muchos de sus dibujos, como éste que ilustraba una de las lecciones del Curso de Los 12 Famosos Artistas.

CARLOS ENRIQUE VOGT

Si, Vogt, el de «Poncho Negro», el de «Joe Gatillo», el de «Brusco», el de «Cuentos de Almejas», el de «Pepe Sanchez», el de «Mojado»…en fin, el dibujante que pobló la historieta argentina de inolvidables personajes. Una enorme producción que sin embargo no le impedía practicar su deporte favorito, el golf, actividad que no desarrolló sólo en las canchas sino también -a instancias de su célebre compinche, Robin Wood-, en los cuadritos de historietas, tal como en esta página de «Mi novia y yo» donde, en la última tira, aparece cargando el bolso con sus palos.

Próximamente una nueva entrega de esta serie dedicada a las aficiones, pasatiempos o incluso trabajos alternativos de grandes dibujantes

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