ENTREVISTA EXCLUSIVA JUAN GIMÉNEZ
(Segunda entrega de tres) – Por Luis Rosales
– La búsqueda, identificación y captura del mendocino Juan Antonio Giménez no fue difícil, como tampoco lograr que accediera a sostener una charla para nuestros lectores. No existe en su actitud, inmediatamente franca y abierta, ningún signo de esforzada complacencia hacia mi vocacional misión de entrevistador; toda su cordialidad (lo entiendo de inmediato) proviene de una sincera posición asumida, seguramente desde siempre, que llega a mostrarlo cordial, sincero, auténtico; sin rebusques extraños y las conocidas poses de los que triunfan en una profesión, autoconvencidos de que, son poco menos que dueños del mundo. Gimenez es así, simplemente; un muchacho que se está ganando el puesto honestamente, sin olvidarse que alguna vez hizo "banco". Lo ubicamos en su último refugio conocido, un departamento en el séptimo piso, en pleno corazón de la madrileña, calle Churruca, donde su voz de tonalidades cuyanas nos acerca en dos horas aproximadamente, toda la historia de su vida relacionada al noveno arte.-
LA LLEGADA A LA PROFESION
– ¿te habias olvidado de la historieta?debido a tu trabajo en el cine publicitario
– Para nada. Fijate que probé también en Columba; pero ahí la cosa se reducía a seguir un estilo ajeno y decidí no aceptar. LLega entonces la apertura que produce Record y me animo. Preparo una historieta (seis meses me costó hacerla) y como después de once, Hugo Arias estaba de vuelta en Cordoba, le pido me ponga en contacto con la editorial. Voy a Buenos Aires, presento mis muestras y me aceptan inmediatamente.-
– ¿Bajo qué condiciones?
– Me encuentro con la sorpresa que no sólo pierdo los originales, sino además me pagan una miseria, no recuerdo cuanto (ni quiero acordarme), pero me digo: “no acepto las condiciones que me piden, o nunca más me meto en lo que realmente me gusta". Así que agarré viaje. Comencé a colaborar en Record dibujando guiones de segundos; algunos buenos, otros no tanto. Hasta que llegó As de Pique. De casualidad, porque esta historia creada por Ricardo Barreiro, bajo una gran nostalgia por aquella joya de Oesterheld, que fue Amapola Negra, ya había sido ofrecida a Horvath y Miguel Repetto, pero estos, por distintas razones que manifestaron, no la aceptaron.-
– ¿Como la recibió el público?
– Hago un viaje a Buenos Aires, oportunidad ésta donde recién conozco a Ricardo y me dicen que tiene bastante aceptación. Como supondrás esto me puso muy contento. ¿Sabes que pasa? Esa serie significaba mucho para mí; era un desafío y a la vez la oportunidad que había esperado. En As de Pique verás todo el esfuerzo y el tesón que permitía mi capacidad» Al verla hoy me doy cuenta de la infinidad de detalles que no lucen y que tanto mas debo aplicarlos. Te diría, que esa historieta la hice para mí y tengo un especial cariño para con todos los capitules.-
– A todo esto ¿cómo era tu relación con los demás colegas?
– Eso no existía. Aislado como estaba, tan lejos de todo, prácticamente no tenía ningún contacto personal con nadie: incluso con Barreriro nos comunicábamos por teléfono o por carta. Esa especie de Robinson Crusoe en que me había convertido fue lo que me hizo posponer mi viaje a Europa que ya rondaba por ni cabeza, y me animé a ir a la Bienal de Cordoba.-
– Dicho sea de paso, te bancaste el viaje a la muestra solo, porque Record no te incluyó en su lista de invitados.-
– Sí, tuve que ir por propia iniciativa, y gracias también a Cognnini, un tipo macanudísimo que me ofreció el alojamiento gratis. En fin, llego a la Bienal y comienzo a conocer gente (en realidad no conocía a nadie). Fijate que una noche vamos a ver un partido de fútbol, todas las delegaciones invitadas, y recién al otro día me entero que ese señor que había sido compañero de butaca y con quien había charlado, era nada menos que Moebius. Después sí, me puse al tanto de todo.-
– Terminada la Bienal te vas a Europa. ¿cuáles eran las expectativas?
– Yo estaba cansado de perder los originales y por supuesto que me pagaran tan poco, para colmo Barreiro que ya estaba en Madrid me decía que aquí, devolviéndome los originales, el pago superaba en mucho a lo de Record. Eso me animó, y sin pensar más me voy con mi esposa. En España, Barreiro me pone al tanto de la situación, evaluamos la cosa y decidimos comenzar por Italia, donde ya conocían nuestros trabajos. Compro entonces una camioneta, tipo casa rodante, y nos largamos para Roma. Todo marchaba bien hasta que al llegar a Genova; la camioneta se pone fuera de punto, empieza a tirar nafta por el carburador y decidimos con Barreiro que él siguiera solo hasta Roma, mientras yo me quedaba esperando que me la arreglaran. Y así fue. A los tres o cuatro días vuelve Ricardo con la feliz noticia que todo andaba ok. Y que había vendido gran parte del material. Lista la camioneta, bien afinada, nos vamos entonces a Roma, donde nos conectamos con Alvaro Zerboni y dejamos la posibilidad de una próxima colaboración. Así seguimos a Francia. En Paris nos vamos directamente a Metal Hurlant y para sorpresa mia, me compran en el acto una de las historietas que llevaba !Una maravilla!.–
(Continuará)