Otro de los dibujantes de Poncho Negro: Juan Antonio «Popi» Gassmann

En una de las notas dedicadas a Poncho Negro mencionamos a varios de los dibujantes que tuvieron a su cargo el personaje, tales los casos de Vogt, Sesarego, José Clémen y Musuraca, solo por citar algunos. Ahora sumamos a esa lista la del santafesino Juan Antonio «Popi» Gassmann, que lo realizó brevemente  a mediados de los cincuenta y, según nos informan, a sus 84 años sigue dibujando con entusiasmo y buen pulso.

      La reseña completa de la obra de Gassmann puede verse ya en MIL PLUMINES ARGENTINOS, donde acabamos de incorporar también los datos acerca de Oscar Garibaldi. En cuanto a las imágenes aquí mostradas una está tomada de un folleto de la Panamericana (en la cual estudió Gassmann) y las restantes pertenecen a «Bravinoble, el terror de los malvados» que dibujó en la revista Ping-Pong en 1952.

 

    

Guillermo Guerrero en el recuerdo

 Vos me dijiste que a Calé le temblaba la mano cuando lo veía dibujar a Ianiro. ¡Que cosa!, a mi me tiembla al escribir y recordarte a vos viejo amigo, maestro, dibujante como pocos, sin grupo, hecho a la vieja usanza. Trazo firme, espontáneo. Cada tapa de Rico Tipo o de Lupín una obra de arte. Estuviste y laburaste con los mejores: Lino Palacio y Divito, que es como jugar al fútbol entre Maradona y Messí. Viviste toda una época dorada donde tango, fútbol e historietas llenaban de gozo la vida del argentino y más aún del porteño, cuya forma de ser, de manejar el idioma -tan particular- marcaban diferencias. Tengo muchísimo para hablar de vos querido amigo.

    Una tarde de invierno, gris, con tenue llovizna te esperaba (dos y media de la tarde) en la puerta del Edificio Gloria, allá en la Diagonal Norte al 825, cuando te divisé cruzando la calle con piloto y el “gacho” gris sobre tu frente, tu reflejo en el pavimento. Tu andar sereno se contraponía con el ir y venir alocado de una multitud, una fauna humana que cruzaba en medio de bocinas, humo, gasoil, frenos, histeria y preocupaciones diversas y pensé: “salió de las páginas del viejo Rico Tipo a dar una vuelta buscando amigos, viejos dibujantes, el ayer que ya no está…”

     El abrazo al recibirte y la mutua alegría de encontrarnos para una y mil veces revivir y reivindicar historias ya contadas como si fueran nuevas eran para mi uno de los motivos principales de llegar a Buenos Aires. Primero se fue Dol, despues partiste vos, posiblemente en un viejo biplano, por un cielo cerúleo, tenue, parejo…calmo, color de las “cosas insondables del infinito”, según Kandyski. Irás haciendo “looping” con tus queridos personajes. Ojala en alguna nube intermedia haya un aeródromo para cargar con tinta china y anilinas (¡como ayer, viste!) tu mágico plumín y tu pincel Nº 2 querido amigo. Allá en el infinito están todos, sin diferencias, sin rivalidad. Si los nombro no me alcanzan dos páginas para mencionar a aquellos que fueron un seleccionado de oro, sí, como los libros de fin de año. Allá Rico Tipo, Avivato, Lupín o Pinlu es lo mismo, no tienen diferencia.

    Fuiste, como sentencia tu apellido un guerrero del plumín, el lapiz y la tinta china, pero también de la humildad, el afecto y la amistad. Mi recuerdo es permanente viejo amigo y mi agradecimiento eterno.

                                                              Ricardo “Bocha” Porta

 

¿Cuándo empezaste a dibujar?

  Y…que me acuerde…tenía tres o cuatro años y dibujaba…autitos…avioncitos. Cuando tenía 7 años, en 1930, me publicaron el primer dibujo en la vieja Caras y Caretas en la página de los niños. Se trataba de dos avioncitos haciendo acrobacia y lo titulé “Ejercicio aéreo” (premonición agrego yo, ya que luego por más de cuarenta años, su principal personaje será un aviador con todas las de la ley, nuestro amigo Lupín).

 Nace un dibujante

  Nací en Villa Urquiza el 16 de julio de 1923 frente a la Iglesia del Carmen, en Bauness entre Cullen y Bebedero (hoy se llama Pedro Rivera), lugar donde mi padre fatigaba su oficio de peluquero. Allí mi viejo ponía a la vista unas revistas que yo hacía a los 11 ó 12 años, con cuadritos, globos ¡y hasta propagandas! Las hacía y armaba sobre papel blanco grande, ese que se usaba en almacenes y panaderías.

  

Dibujo de Guerrero dedicado a Lino Palacio

   La escuela primaria la hice en la Gorriti, ahí fui compañero de Orlando Verri (luego destacado cantor de tangos) y ahí conocí en 1935 a Lino Palacio, que entonces sería un tipo de 29 ó 30 años, alto, pintón, deportista. Le mostré unos dibujos que le gustaron y me felicitó. ¡Pensar que años después trabajaría con el casi diez años!

 Sur, Primaria y después

  Tenía 14 años más o menos, fui a Crítica y a un monton de lados, y bueno…en Patoruzú me atendió Luís Alberto Reilly que era “Billy Kerosene”, que fue muy amigo mío, un tipo macanudo, y el me recomendó a Lino Palacio, pero que antes lo viera a Guratti (Onofre) el dibujante que trabajó en Patoruzú y también ayudante de Lino Palacio. El habló con el creador de Avivato y luego me hizo pasar. Ahí le recordé cuando él fue a la Escuela y vio mis dibujos, entonces exclamó “¡Ah, vos sos el zurdo!”, entonces le dije, mire, yo quiero venir para estar acá, no pretendo sueldo. Me contestó «bueno, vení esta tarde a las 15 hs». Y ahí me quedé, iba todos los días y bueno, me empezó a pagar un sueldo, me pagaba los viajes desde Villa Urquiza y allí estuve 9 años dibujando y juntando experiencia.

 Palacio, el de las tapas de Billiken

     Un hombre culto, educado, ya era entonces muy reconocido. Hacía Don Fulgencio en La Prensa, las tapa de Billiken, los chistes en El Hogar y con el seudónimo Flax hacía caricaturas de políticos y seguía de cerca  las alternativas de la Segunda Guerra Mundial con dibujos de actualidad. Colaboré con él con ideas para Don Fulgencio y le rellenaba en negro los trajes en las tiras, le trabajaba los fondos y también colaboraba en las tapas de Billiken. Cuando creó Ramona me la pasó a mí, la hice completa (dibujo y pasado a tinta) durante tres años. Además Palacio tenía agencia de publicidad, el trabajo abundaba ¡Que tiempo lindo! (La emoción quiebra su voz, pausada, calma, sin exclamaciones exageradas. Su voz, su mirada cansada, su sonrisa de hombre bueno, todo conforma la figura de un hombre de hondo perfil bajo, donde el recuerdo de Lino Palacio y de Guillermo Divito invariablemente vuelven a su mente, Es que pocos como el pueden darse el lujo de haber trabajado con tamaño dibujantes).

 Mi relación con Divito…

   …llega por medio de Toño Gallo y del dibujante Escolatti. Gallo trabajaba con Lino Palacio y colaboraba con Divito. Ahí se enteró que precisaban un colaborador más y me presentó, corría el año 1947. Yo ya había publicado en 1940 mi primera historieta en La Razón, recomendado por Lino Palacio a Peralta Ramos.

   

El autor de la nota junto a Guerrero y Sidolí

   Divito era macanudo cuando estaba con gente; en tren de farra era jovial, decía chistes, pero si no era bastante introvertido. Y allí trabajé con grandes dibujantes que también fueron mis amigos: Rafael Martínez, Toño Gallo, Pedro Seguí, Juan Angel Cotta, Calé, Ianiro (hace una pausa, recuerda y se emociona) ¡un gran muchacho, era una luz verlo dibujar! Un día estábamos en la redacción, Ianiro estaba dibujando, entró Calé se paró y con asombro dijo “¡Uhhh, verlo dibujar a este me paraliza la mano” (risas).

    Con Toño Gallo fuimos grandes compinches, íbamos acá cerca a Gimnasia y Esgrima a practicar boxeo porque nos gustaba a los dos. Gallo era especial, se hacía unos cortes de cabello bastante raros para la época, usaba sombrero negro tipo chambergo, sobretodo gris-celeste…un tipo pintoresco, pero muy buen muchacho, una gran dibujante que de perspectiva sabía un montón.

¡Dibuje maestro!

   (En un paréntesis de la charla Guerrero me muestra una página con división de cuadros, globos, algunos plenos” en negro ya pasados a tinta y la marca del trazo a lápiz, trazo limpio, ágil, dinámico, me asombro y pienso ¡cómo un tipo de ochenta pirulos puede dibujar así, y además sin anteojos!, solamente digo ¡es-pec-ta-cu-lar!)

 El trabajo en Rico Tipo

 

Revista Atelier, 1957

  Yo empecé haciendo “Bómbolo”, a “plantarlo” a lápiz, después a tinta. A pasarlo a tinta lo hacíamos con Vignolo un arquitecto que después se fue a España y con Roberto Gallo (hermano de Toño) que firmaba “Gallito”. Después seguí con “Pochita Morfoni”, “Fallutelli”. “Fúlmine”, casi todos. Ianiro también los “plantaba” y lo hacía muy bien. A mí cuando no me salía una cosa iba y le decía, che, mirá…¿como resolvés esto?, y él en dos trazos solucionaba todo ¡un dibujante extraordinario!

   Después seguí haciendo ilustraciones de las notas, dobles páginas y a pintar tapas. El color lo daba con anilinas, las que se usaban para iluminar fotografías, por lo general en muchas revistas se trabajaba así, La anilina era bárbara, tenía todas las facilidades, las podías rebajar con agua, combinar y lo más extraordinario era que no te movía la tinta. Después con la foto en color desaparecieron del mercado. Inolvidable época la de Rico Tipo, ¡27 años estuve allí!    

Rico Tipo era una fiesta

  

Rico Tipo, 1949

La etapa primera de Rico Tipo fue inolvidable, el Nº 1 se agotó el primer día que salió a la venta. Entre 1945 a 1948 el tiraje fue aumentando de tal manera que de 250.000 ejemplares llegó a 300.000 ¡semanales!, un record, un éxito inigualable sabiendo que además había muchísimas revistas circulando en el país.  Trabajar en Rico Tipo era como estar en una mesa grande de café (…) La revista en sí era una fiesta, la plata entraba a paladas, la  Redacción que manejaba Eduardo Almira se daba el lujo de rechazar avisos ¡increíble!, todos querían publicitar en Chicas y Rico Tipo.

 A Mar del Plata a buscar chistes  (o lo que el viento no se llevó)

  Pedro Seguí hacía una mini tira de uno o dos cuadritos que tenia por título “Bichando en Mar del Plata”, ante el requerimiento de chistes actualizados Almira lo autorizó a Blanes que era piloto y socio del Aeroclub a alquilar un bimotor solo para ir unos días a ver y tomar bocetos a “La Perla del Atlántico”. En uno de esos viajes a Seguí se le ocurrió orinar cuando estaban en pleno vuelo ¿y dónde iban a bajar?, entonces Blanes le dio un sobre como inodoro improvisado.  Como uno de los vidrios del avión estaba roto  la solución consistía en tirar el sobre por ese lugar. El problema fue que el viento trajo el orín de vuelta y los bañó a todos…!

 

Guerrero y Sidolí

 Recordando a los colegas

CALÉ: Calé llegaba siempre sobre la hora de cierre, lo que pasaba era que a los dibujos los trabajaba mucho. Siempre le faltaba guita, pero era muy buen tipo.

MAZZONE: Con Adolfo fuimos vecinos, vivíamos a pocas cuadras de distancia, nos visitábamos y veníamos juntos a la redacción, Otro gran tipo.

ANDRINO: Muy buen dibujante, músico, pintor, un artista completo con estilo similar a Divito, también dibujaba las chicas, un gran dibujante que falleció joven.

 Tarjeta roja

    Cuando Reilly (Billy Kerosene) se fue de Rico Tipo se puso en sociedad con Faruk y alquiló una oficina justo en el mismo piso que Rico Tipo, allí surgió Avivato. Estaban en una oficina chiquita justo enfrente de los ascensores. Un día Reilly me pidió colaboración, algunos chistes, y un personaje que le plantaba a lápiz similar a Juan Mondiola…creo que se llamaba “El lungo Medina”. Cuando Divito se enteró no le gustó nada, se puso firme me llamó y me dijo “yo a usted le voy a aumentar 200 pesos el sueldo pero va a trabajar aquí solamente”. Avivato tenía un formato, diagramación y personajes similares a Rico Tipo, pero había aparecido diez años después, en 1954.

 La casa por la ventana

   “La Estancia”, el “Marabú”, las cantinas de La Boca eran lugares de reunión para festejar. Llegaban luego de un día de laburo intenso y al pedido, Almira solucionaba todo por teléfono. “¡Muchacho, todos a “La Estancia”! o al Marabú o a alguna cantina. Guionistas y dibujantes tenían el premio a su labor. Era el Buenos Aires de los años 40 y 50, tiempo lindo si los hubo.

 A las “piñas” en la redacción 

   ¡Recuerdo que a veces se armaba cada lio! A algunos no les gustaban la cargadas, el caso de Rafael Martinez, era provinciano, había llegado de Mendoza, una vez Toño Gallo lo cargó y se agarraron a las piñas. Salió Divito de su oficina y les dijo: “Muchachos, si quieren les alcanzo un par de guantes y les armo un ring”.

 Personajes faranduleros

  Pedro Seguí estaba haciendo “Maximo Capra” en Antena, de la Editorial Julio Korn, pero se iba de viaje al exterior, entonces me pasó ese personaje a mí. Le llevé una muestra al Director y ahí quedé 22 años, Después hice “Canelón el utilero”, que era un muchacho que trabajaba en un Canal de TV y siempre tenía situaciones con los artistas. Además una historia de dos cuadros al estilo de “El minuto fatal” de Mazzone.

 ¡Lupín alza vuelo!

   Bueno, voz sabés que yo fui piloto, yo ya no volaba, hacía poco que me había casado y un día llegó Mazzone a mi casa y me dijo que estaba por sacar una revista. “Necesito que me hagas una historieta”, sí, como no, le respondí, encantado ¿y que tema?  “No se, el que a vos te guste -respondió- de 8 a 10 páginas más o menos”, ¿qué te parece si hago un aviador, “¡fenómeno! me gusta la idea”, dijo Mazzone. Y bueno así lo hice, en base a las caricaturas que me hacía Ianiro a mi, porque el personaje en sí era yo. Se publicó por primera vez en el año 1959 en  Capicúa. Fijate que tiene 49 años. En ese entonces nuestro actual Presidente Kirchner era un pibe. Años más tarde lo bautizarían con el apodo de Lupín, ¡para mí como dibujante es un honor!

 

En tiempo de tango

    Y bueno, vos sabés que yo soy tanguero viejo, bailo el tango, mejor dicho lo bailaba, ahora no…y, orquestas que me gustaran Di Sarli, D’Arienzo, Canaro, todas las que tenían ritmo para bailares, y cantores, fui amigo de pibe  -porque vivíamos en el mismo barrio e íbamos a la escuela- de Orlando Verri, que fue destacado cantor de la típica de Osmar Maderna.

 “La Máquina” de River

  En fútbol, bueno, soy hincha de River, a  “La Maquina” con Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Lousteau la ví muchas veces. Estuve con Moreno y hasta hicimos una publicidad en la cual yo voy por Palermo corriendolo con una escoba. Esa fue una idea de Gallo que tenía agencia de publicidad. A River lo iba a ver siempre de local, era socio, tenía mi platea y hasta practiqué lucha grecorromana en el Club.

 EPILOGO: Ese artículo se basó en los testimonios de Guillermo Guerrero y Héctor Sidoli (Dol) grabados en una de las tantas visitas hechas a la vieja redacción de Rico Tipo. Fotos de cada rincón, revistas, dedicatorias, dibujos, cartas y toda la amistad y aprecio entrelazado me quedan de aquellos momentos, seguro irrepetibles. (Ricardo «Bocha» Porta)

 N. de la R: Las fotografías que ilustran esta nota fueron tomadas por el autor en sus visitas a la vieja redacción de Rico Tipo (y luego de Lupín) en Diagonal Norte al 800. Las páginas de la revista Atelier son un aporte de Gerardo Canelo, a quien le agradecemos su colaboración.

Anticipo: Guillermo Guerrero en el recuerdo

 

Guerrero visto por Ianiro

Hace hoy dos años, el 25 de junio de 2009, fallecía Guillermo Guerrero, un dibujante de dilatada trayectoria en el humorismo argentino cuyo nombre ha quedado unido al de su creación más popular: «Lupín», ese «alter ego» suyo que nació en los años sesenta para cumplir con un pedido de Adolfo Mazzone y más tarde tuvo su propia y exitosa revista.

     Como un homenaje a su recuerdo en las próximas horas subiremos una nota realizada por el coleccionista y amigo personal de Guerrero, Ricardo Porta, en la cual el dibujante recuerda  sus comienzos en el oficio, su período de aprendizaje junto a Lino Palacio y la gran etapa de Rico Tipo, así como sus preferencias en materia deportiva y musical, léase tango.

    

LA PRODUCCION DE JORGE MOLITERNI PARA EL EXTRANJERO

    En algunas ocasiones los lectores de Top  Comics parecen adivinarnos el pensamiento, así sucedió con la persona que recientemente escribió como palabra clave de su búsqueda el nombre de Jorge Moliterni, sobre el cual teníamos pensado realizar una nota centrada en el período en que trabajó casi exclusivamente para el exterior.

       Recordemos que el paso de Moliterni (1937-1979) por Hora Cero y Frontera le valió un prestigio que luego revalidó ampliamente con la extraordinaria “Watami” (escrita por Oesterheld bajo el seudónimo de Germán Sturgiss) que se publicó en Super Misterix de Editorial Yago, para la cual hizo también Sharon y Al Sur del Sol, esta última reeditada luego por Record.

   

Casco de Acero-1963

   Muy posiblemente desde la época de Hora Cero, Moliterni comenzó ya a colaborar con editoriales europeas y luego norteamericanas, trabajo que se acentuó luego de la desaparición de Frontera y más tarde de Yago. Recién en 1975 volveríamos a ver sus magníficos dibujos en las revistas de Record, donde hizo Los Profesionales, la citada Al Sur del Sol, El Jacobino y una nueva versión de Watami, esta vez sobre guiones propios.

     Algunos de esos trabajos suyos en la década larga que estuvo ausente de las revista argentinas incluyeron entre otros la realización de “Bob Crockett” para el Corriere dei Ragazzi (editado luego en formato álbum), historietas bélicas para editoriales inglesas y para Estados Unidos el personaje “Jonah Heck” (publicado en Weird Western Tales y luego en su propia revista) y material para la revista Creepy.

    De todo lo nombrado mostramos el siguiente material de archivo:

 

Salvaje Oeste

DEUDA DE HONOR: Es una extensa historieta (32 páginas) publicada en Casco de Acero en 1963. Se trata indudablemente de material realizado para el exterior y vendido luego aquí a través de alguna agencia a bajo costo, deducción esta que hacemos en base a lo “ahorrativos” que eran algunos editores locales, especialmente el de esa revista.

CUMPLIENDO DEBERES: Publicada en la casi desconocida revista Salvaje Oeste a mediados de los sesenta. En realidad no estamos un 100% seguros de que sea Moliterni; el dibujante Alberto  Caruso nos sugiere que podría haber sido realizada por el italiano Gino D’Antonio.

SHARON: Publicada en 1980 en la edición italiana de Skorpio. Por el estilo del dibujo podría tratarse de la versión hecha por Moliterni para Yago.

 BOB CROCKETT: Episodio publicado en 1975 en el Corriere dei Ragazzi Nº 27 (del cual mostramos también la tapa donde aparece  “El maestro”, de Mino Milani y Di Gennaro), serie iniciada en 1971 en el Corrierre dei Piccoli y cuyo protagonista es el hijo del explorador Davy Crockett. En este capítulo se ve a Bob ayudando al entonces Presidente de México, Benito Juárez, a desbaratar un complot en su contra. Es una lastima que el pequeño formato de la revista no permita apreciar en su verdadera magnitud la calidad del dibujo de Moliterni, un prodigio de elegancia y sutileza.

          Para mas información sobre la serie Bob Crockett recomendamos ver el Blog “Peripecias de Chiquirritipis” en:

 http://chiquirritipis.blogspot.com/2010/08/bobby-crockett-de-jorge-moliterni-y.html

 

J. Moliterni

  En la completa reseña que Atis Tirreno preparó sobre la revista TOP figuran dos trabajos de Moliterni publicados en el año 1972, descontamos que también de procedencia extranjera. Agreguemos a esto que durante los años sesenta fue muy común la publicación en revistas de segunda línea de material realizado en nuestro país para el exterior y luego revendidas aquí,  tales algunos trabajos de Alberto Salinas, Joao Mottini, Leandro Sesarego, Hugo Pratt y Carlos Roume, aunque en este último caso el dibujante aún residía en Europa. (CRM)

Una historieta para Belgrano

   Otra efemérides patria y, tal como lo prometimos en ocasión del 25 de Mayo, un nuevo material de historietas relacionados con nuestra historia.  En este caso dos páginas de la sección Nuestra Historia que se publicó durante muchos años en Billiken con textos de M.L.V. de Ferrini y dibujos de Manuel Ugarte, quien durante casi treinta años fue uno de los puntales artísticos de la revista  ilustrando los más variados temas. La primera de las páginas corresponde a agosto de 1937 y la segunda a 1952. Podrá objetarse que en lugar de globos llevan texto al pie de las viñetas (didascalias), pero en sentido genérico puede considerárselas historietas.

         En los años cuarenta y mientras seguía desarrollando “Nuestra Historia” Ugarte dibujó -siempre con su extraordinaria y ágil pluma- numerosos cuentos y fábulas que ocupaban el dorso de la lámina central de Billiken,  como “La armadura del Diablo” o “El pastor, el lobo y las ovejas”. También realizó algunas adaptaciones para Intervalo y hacia 1932 había incursionado en  el dibujo humorístico con el personaje “Serapio Corrales”, según lo consigna Siulnas en su monumental trabajo sobre el humor gráfico en Argentina. (CM)