CARLOS FREIXAS, EL CATALÁN QUE «DESCUBRIÓ» BUENOS AIRES

 dmalbran  Para los libros de Historia, Buenos Aires tuvo dos fundadores: Pedro de Mendoza y Juan de Garay, andaluz el primero y vizcaíno el segundo, para los anales de la historieta argentina sin embargo el que se lleva los laureles -si no como fundador al menos como «descubridor» de los escenarios urbanos porteños- fue un catalán, Carlos Freixas Baleitó, o Carlos Freixas a secas como firmaba sus trabajos.

   

(Foto: Tebeosfera)

(Foto: Tebeosfera)

Nacido en 1923, Freixas llegó a la Argentina en 1947 y en menos de una década de permanencia en el país desarrolló una nutrida labor profesional que abarcó ilustraciones para revistas de diversas temáticas y libros de cuentos infantiles, actividades docentes y realización de historietas entre las que destacan títulos como «Drake el aventurero» , «Tucho, de canillita a campeón» y «El Indio Suárez». Pero la obra por la cual le asignamos a Freixas un lugar de preferencia entre los precursores en incorporar a Buenos Aires en la historieta se llamó «Darío Malbrán, psicoanalista» y comenzó a publicarse el lunes 18 de setiembre de 1950 en Aventuras, revista en la cual Freixas venía colaborando casi desde su arribo al país. 

  FREIXAS-MALBRAN Previa a esa primer entrega, la revista publicó una página de presentación de la serie en la cual se la calificaba como «la primera historieta semidocumental de América» y se definían sus características a través del siguiente texto: «Los barrios de Buenos Aires, los cafés de la muchachada porteña, las esquinas donde se comenta fútbol y automovilismo, el hipódromo, los cabarets del centro con sus orquestas típicas, en fin, el Buenos Aires querido de todos los día con Balvanera y la Boca, con San Telmo y Mataderos, sirven de base a las andanzas de un joven médico porteño que impulsado por las circunstancias abandona su consultorio para empuñar el revolver. Usted será el mejor amigo de Darío Malbrán, un héroe que vive, sueña y se juega la vida en la Argentina».

 freixas  Y en efecto, «Darío Malbrán, psicoanalista» tiene la particularidad de darle a Buenos Aires un protagonismo que no había alcanzado anteriormente (*). En el transcurso de las historias de tinte policial que predominaban en la serie podía verse al personaje central y a sus ocasionales acompañantes en sitios tales como la avenida 9 de Julio, el Obelisco, el Teatro Opera o el barrio de la Boca, uno de los lugares a los cuales Freixas concurría a tomar apuntes para su archivo tal como consta en una foto publicada en la revista Dibujantes en 1954 (foto superior).

   freixas-malbran2 Esa predilección de Freixas por captar los paisajes más característicos de Buenos Aires abona la suposición de que tal vez pudo ser el mismo artista quien sugirió una historia que le permitiera volcar en ella esos escenarios urbanos. Fuera iniciativa suya o de los editores lo cierto es que Freixas contó con la ventaja de un guión bastante sobrio en cuanto a diálogos y textos aclaratorios, lo que le permitía disponer en cada cuadro del espacio necesario para desplegar su excelente dibujo. El autor de esos guiones era Julián Maldonado, casi seguramente un seudónimo tras el cual se ocultaba alguno de los renombrados escritores y periodistas que colaboraban con Aventuras.

 freixas-gatoasesAIREDos trabajos de Carlos Freixas (1923-2003) en su carácter de ilustrador

  Al margen de lo señalado «Darío Malbrán» sumaba otros méritos. Erigir a un psicólogo como protagonista de una historieta fue de por sí novedoso, pero también resultó premonitorio: desde mediados de los años sesenta Buenos Aires adquiriría fama de ser una de las ciudades del mundo con mayor número de psicoanalistas en relación a la cantidad de habitantes. 

      Freixas dibujó al psicólogo-detective hasta 1951 y la serie dejó de publicarse un año después. Para esa época los dibujos estaban a cargo de Norberto Puglissi y ya los escenarios porteños que antes habían sido su elemento primordial habían prácticamente desaparecido. No obstante su corta duración, «Darío Malbrán» marcó un camino ya que casi contemporáneamente (1952) en la Revista del Superhombre se publicaba «Lucho Villegas, detective porteño», a cargo de un casi debutante Horacio Pórreca. Sobre este tema de la presencia de Buenos Aires en la historieta iremos publicando nuevas notas sintetizadas del artículo que años atrás publicamos en Tebeosfera. (C.R. Martinez)

  Más información sobre la obra de CARLOS FREIXAS en los siguientes enlaces:

https://luisalberto941.wordpress.com/2008/11/13/biografia/

https://milpluminesargentinos.wordpress.com/category/freixas-carlos/

(*) Hasta la publicación de la serie que nos ocupa el único antecedente que conocemos de historietas ambientadas en Buenos Aires es «Las aventuras de Carlos Norton», adaptación de un exitoso radioteatro que en 1937 dibujó Luis Cazeneuve en el diario Noticias Gráficas y fue luego continuada por Roberto Bernabó,

        

2 comentarios sobre “CARLOS FREIXAS, EL CATALÁN QUE «DESCUBRIÓ» BUENOS AIRES

  1. Fui un seguidor silencioso de los trabajos de Carlos Freixas. Silencioso porque me atraían mucho las mujeres que él dibujaba. Algunas que hizo para Drake el aventurero me resultaban muy cálidas.
    Creo que nunca leí a Darío Malbrán y en las páginas aquí reproducidas se nota una gran influencia de Alex Raymond pero, puede ser que en Drake y en El indio Suárez ya se había separado de Raymond. No tengo en este momento ejemplos de esas historietas para una mejor opinión. Recuerdo algunas tapas hechas por él que también me atraían. Sí, tengo a mano ilustraciones de Freixas para la colección El club del misterio donde lo encontré algo avejentado. Pero, repito, fui un seguidor de sus muy atractivos y brillantes trabajos.
    Me hizo bien leer esta nota totalmente merecida por Carlos Freixas.
    Gerardo Canelo.

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  2. Los que crecimos leyendo Rayo Rojo, entre otras, guardamos un gran recuerdo de Carlos Freixas y de las historietas con que nos deleito durante muchos años, enriqueciendo nuestra imaginacion y diferentes valores. En lo personal les estoy agradecido a todos esos artistas de una epoca inolvidable.

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